Una de cada cinco puertas de Transmilenio está dañada. A la ciudad le cuesta más de 2.000 millones de pesos al año el mantenimiento de las puertas averiadas.
Juan Carlos Flórez
Febrero de 2016

Durante dos semanas recorrimos cada una de las 135 estaciones de Transmilenio y comprobamos que actualmente hay 549 puertas dañadas. El balance general indica que 1 de cada 5 puertas de Transmilenio no está funcionando.
Zonas críticas
La troncal de las Américas tiene actualmente el 45% de las puertas inservibles. Una de las estaciones más críticas es la estación Ricaurte, por la que transitan en promedio diariamente 237.400 personas y que conecta la troncal de NQS con las Américas. Esta estación, sobre la zona troncal de las Américas, tiene 17 de 21 puertas en mal estado, mientras que sobre la zona de la NQS tiene 13 puertas dañadas de 21.

En otras troncales como la NQS sur, la estación Terreros tiene todas sus puertas dañadas. Así mismo, en estaciones como Simón Bolívar (NQS central) el 90% de las puertas no está funcionando. Algo similar ocurre en San Mateo (Autopista sur). Allí, 23 de las 26 puertas están dañadas, a pesar que a diario transitan por esta estación un promedio de 80.000 personas.
Igualmente, en las estaciones de las zonas NQS central y Caracas sur, 2 de cada 5 puertas permanecen dañadas.
Aún hoy no hay una solución integral a las puertas dañadas en Transmilenio a pesar de que la gerente anunció, desde el pasado 15 de enero, la creación de una gerencia anticolados y un aumento de los operativos policiales para solucionar este problema.

Preocupa que los anuncios se hayan quedado solo en palabras, mientras que el fenómeno de los “colados” persiste y vuelve a empeorar debido a la falta de acciones contundentes e inmediatas frente al mal estado de las puertas en el sistema, que terminan, literalmente, abriéndoles a miles de personas, diariamente, el camino para ingresar a las estaciones sin pagar.
De los 2,5 millones de usuarios que diariamente moviliza Transmilenio en la capital, alrededor de unas 67.700 personas ingresan al sistema sin pagar, lo que representa pérdidas aproximadamente por 3.600 millones de pesos mensuales. Las puertas son un perverso incentivo a la coladera.





Puertas nuevas pero inservibles
En estaciones como la calle 45 y 57, en la troncal Caracas norte, algunas de las puertas “anticolados” que recién cumplen un año de uso y que tuvieron un costo unitario de 4,3 millones de pesos, ya están averiadas y permanecen abiertas permitiendo el ingreso de personas, en su mayoría estudiantes, sin pagar.

Mientras que, en Terreros (autopista sur) luego de los desmanes del pasado viernes 13 de febrero, algunas de las puertas “anticolados” del segundo vagón de la estación, que aún no se ha estrenado, fueron averiadas.

La policía es insuficiente para vigilar y controlar a los colados
En algunas estaciones de la troncal de la calle 80 y caracas sur, según los testimonios de algunos policías auxiliares, cuando son más de 4 personas los colados que ingresan por las puertas a las estaciones, ellos prefieren abstenerse de detenerlos por temor a ser agredidos. Esto debido a que ya es recurrente que las personas que ingresan en grupos a las estaciones sin pagar, usan la violencia contra los uniformados, que en número terminan siendo inferiores a los “colados”.

Otras estaciones con puertas en problemas



